Canet d'en Berenguer corrige sus exámenes con la ayuda de la Inteligencia Artificial

Una conversación casual sobre las posibilidades de la Inteligencia Artificial (IA) se ha convertido en una fuente inesperada de ahorro para el Ayuntamiento de Canet d'en Berenguer. «¿Y no podemos usar la IA para corregir los exámenes de las oposiciones?», preguntó el secretario del consistorio, Antonio Palop. «Se puede mirar», respondió Ismael Yuste, responsable de Innovación, Mejora y Modernización Administrativa en la localidad. Apenas tres semanas después, el proyecto es una realidad, lo que supondrá un importante ahorro en horas de corrección en las pruebas selectivas para optar a un empleo municipal y, por tanto, una notable reducción del coste económico.

La primera prueba se llevó a cabo el pasado lunes 9 de junio, durante los exámenes para cubrir las plazas de peones especialista. A la prueba se presentaron más de 50 aspirantes y, tres días después ya se conocían los resultados (normalmente, el trámite podría haber durado varias semanas). No hay constancia de que ningún ayuntamiento en España haya utilizado hasta la fecha la IA para llevar a cabo este trámite.

Según explicó Pere Antoni, alcalde de Canet, «gestionar el dinero de los ciudadanos y las ciudadanas también implica buscar soluciones imaginativas para ahorrar recursos y, en esa línea, las nuevas tecnologías son una gran ayuda. Ya las hemos aplicado con éxito en otros campos, como el sistema de control horario Datifica RRHH, que hemos exportado a muchos ayuntamientos de España, o el sistema de regeneración de la playa Racó al Mar». Antoni, informático industrial de profesión, dio luz verde al proyecto en cuanto se lo presentaron.

«Corregir una oposición es caro, porque implica tiempo y varias personas. Si, por ejemplo, hay 300 exámenes que corregir, hacen falta dos, tres o cuatro personas, cada una con un examen, y otra cantando las respuestas correctas. Luego hay que hacer el recuento, pasar los datos a una hoja de cálculo para, posteriormente, ponderar las notas y demás», apunta Yuste. Lento, costoso… y aburrido.

Sistemas para informatizar la corrección de exámenes existen desde hacer años, pero requieren un hardware muy caro que normalmente solo pueden permitirse instituciones grandes (como universidades). Además, utilizan un tipo de plantillas concreto, a veces incluso requiere un papel especial, y que la máquina esté perfectamente calibrada. Por eso, lo habitual es hacer las correcciones a mano.

«Hasta ahora —explica Yuste—, lo que hacía el que podía era comprar esas máquinas que, por cierto, son necesarias varias unidades. Pero ahora, gracias a la IA, solo se necesita una cuenta —por ejemplo, en ChatGPT o Gemini— y se puede hacer la corrección sin problema y por un precio testimonial, el de una subscripción». El responsable de Innovación de Canet precisa que este sistema resulta práctico a partir de un nivel mínimo de aspirantes: «Para menos de 20 o 25, se puede utilizar el método tradicional».

La principal dificultad ha sido, precisamente, diseñar una plantilla que la IA pudiera leer sin problema. Durante varias semanas, Yuste y su equipo realizaron varios intentos mediante un sistema de prueba y error hasta hallar el diseño adecuado para que la IA funcionase sin equivocarse. «El modelo que usamos tiene una fiabilidad superior al 99 %, comparable a la que se tiene cuando el proceso está en manos de personas», añade.

Desde el Ayuntamiento explican que el sistema, en todo momento, respeta el anonimato del opositor, ya que el único dato que conoce la IA es el código del aspirante. Además, al iniciarse la prueba, se informa a todos los presentados de que se va a utilizar la IA, pero, si lo prefieren, su examen podrá ser corregido por miembros del tribunal. Por supuesto, en caso de que el aspirante considere que hay algún error en la nota final, podrá reclamar. Desde Canet aseguran que cualquier consistorio es utilizar este método puede solicitar información sobre el proceso (tipo de formulario, prompt...).

El proceso es muy sencillo: se digitalizan los exámenes y la IA devuelve una tabla de Excel con los resultados vinculados al código de cada aspirante. Posteriormente, se añade manualmente una columna adicional con los resultados correctos y aparece la nota final. «Esta última parte se hace también manualmente y se coteja con la que ofrece la IA, para evitar que se produzca algún error de lectura», añade Yuste. El ahorro en tiempo y en gasto de personal (el tiempo que dedican se paga como horas extra) es importante, ya que en una mañana se puede resolver una prueba, algo que antes podía llevar varias tardes.

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