La familia recibe el cuerpo de María Antonia cinco semanas después de su desaparición

La familia de María Antonia Gavilán, la vecina de Alfafar desaparecida el pasado 20 de mayo, ya ha recibido el cuerpo y se puede poner el punto final a una odisea que se ha prolongado durante cinco semanas. «Esto está pasando de castaño oscuro», señala Juan Miguel, uno de los hijos de la fallecida.

En la tarde de este jueves se velará a su cuerpo en el tanatorio de Alfafar y la misa funeral tendrá lugar el viernes a las 10.30 de la mañana en la iglesia Nuestra Señora del Don en esta localidad. A las 12.30 se procederá a la incineración.

La mujer, de 72 años, el 20 de mayo salió de su domicilio por voluntad propia y desapareció, generó una búsqueda de vecinos y amigos que no se concretó de manera trágica hasta el 4 de junio, cuando dos trabajadores de Iberdrola encontraron su cuerpo.

Pero la pesadilla de la familia no concluyó con el hallazgo del cuerpo. Cuando parecía que podrían iniciar el duelo para despedir a María Antonia, la tardanza en la realización de un examen de ADN, según han explicado sus allegados, ha provocado que aún no hayan podido incinerarla como sería su deseo.

El examen se retrasó por una serie de circunstancias y como consecuencia no se pudo entregar el cuerpo a la familia hasta el miércoles 25 de junio. Fuentes de la Conselleria de Justicia explicaron que el Instituto de Medicina Legal estaba a la espera de que le llegue la notificación judicial para poder entregar el cuerpo a la familia. Así ha sido y al final, la familia puede descansar.

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