
Ver 39 fotos
Las víctimas de la dana denuncian en Valencia que la reconstrucción no llega
Cinco mil personas se reúnen en la octava manifestación contra la gestión política de las inundaciones del 29 de octubre
Valencia volvió a levantar la voz bajo un sol abrasador para exigir justicia. Ocho meses después de las trágicas riadas del 29 de octubre, la ... indignación y el dolor siguen tan presentes como el primer día en los rostros de aquellos que perdieron algún familiar, tal y como se pudo observar en la octava manifestación contra la gestión política de la dana. Según Delegación de Gobierno, asistieron 5.000 personas, mientras que la Policía Local cifró 4.500.
La marcha, impulsada por más de 200 entidades, arrancó como siempre a las 19.30 horas en la Plaza del Ayuntamiento y con la reivindicación principal de exigir la dimisión del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, además de reclamar responsabilidades penales por una gestión que muchos consideran nefasta. Pero, en esta ocasión, los manifestantes pusieron el foco en la lentitud de ayudas para los afectados.
«Nos quieren imponer una normalidad que no existe. Se esfuerzan para que la economía funcione mientras la vida de las personas sigue rota, como la apertura de centros comerciales al tiempo que miles de personas continúan sin ascensores en sus casas, impidiendo que aquellas con movilidad reducida puedan salir a la calle», denunció el encargado de leer el manifiesto, Vicent Mañes, profesor jubilado y antiguo presidente de la Federación de Directivos de Centros Públicos.
«Ocho meses después de la barrancada no hay reconstrucción, no se ha asumido ninguna responsabilidad y el dinero fluye más rápido hacia empresas manchadas por la corrupción que hacia los servicios esenciales o la población afectada», denunciaba la organización en la convocatoria de esta octava protesta.
Bajo temperaturas extremas, con abanicos, gorras y botellas de agua como única defensa, miles de personas hicieron el recorrido habitual rumbo a la plaza de la Virgen. Cabe destacar que el número de participantes fue muy inferior a la protesta de mayo, cuando se reunieron cerca de 15.000 personas, probablemnte por el elevado mercurio que azotó durante todo el domingo.
Las camisetas con los rostros de los fallecidos volvieron a teñir de duelo la marcha. Incluso, algunos de los familiares no pudieron evitar emocionarse al recordar, con esta protesta, lo sucedido el 29 de octubre. Es el caso de una mujer que lloraba desconsoladamente mientras apretaba la foto de un familiar fallecido contra su pecho o el de otra señora con los ojos vidriosos que empuñaba un cartel con la frase «queremos votar» mientras gritaba «Mazón dimisión».
La cifra oficial de víctimas mortales se mantiene en 228, aunque todavía hay tres personas desaparecidas, cuya búsqueda continúa, aunque los juzgados ya las han declarado oficialmente fallecidas. La de este 29 de junio es la primera manifestación que se celebra desde que los 32 municipios considerados como zona cero han salido de la situación de emergencia.
En la cabecera de la marcha, como es habitual, una banda de música abría paso con solemnidad. A su llegada a la plaza de la Virgen, los aplausos espontáneos de viandantes y asistentes acompañaron a los manifestantes, que se reagruparon para escuchar las intervenciones previstas. «Venga, id entrando, no paréis, llenad la plaza. Ya no hace sol», animaba uno de los organizadores por megafonía.
Y entonces, justo antes de que empezara la lectura del manifiesto, sonó la alarma del Es-Alert como acto simbólico. Las miles de personas allí congregadas respondieron al unísono con un grito que retumbó entre los muros de la plaza: «¡Mazón, dimisión!».
Tomó la palabra una de las víctimas, que fue directa: «Sabemos que no tenemos suficiente con que Mazón dimita, debe ir a prisión». Con voz firme, recordó que «la lucha por la verdad y la justicia no coge vacaciones» y que «la sociedad valenciana no olvida a las víctimas». A continuación, un grito de denuncia: «La reconstrucción no es eso, señor Mazón. La reconstrucción se hace teniendo en cuenta a las asociaciones de víctimas. Pero se están repartiendo el dinero entre amigos».
El encargado de leer el manifiesto fue Vicent Mañes, profesor jubilado y antiguo presidente de la Federación de Directivos de Centros Públicos. Su discurso, pausado pero contundente, señaló que «el gobierno valenciano sigue sin dar la cara, miente sistemáticamente a la población y solo busca controlar el relato para mantenerse en el poder». Frente a eso, reivindicó el papel de la sociedad civil valenciana, que ha sabido organizarse, crear redes de ayuda, formar comités de reconstrucción y levantar el Acuerdo Social Valenciano. «No olvidamos», repitió, para concluir con un decálogo de exigencias entre las que destacaban responsabilidades penales, verdad, transparencia y reparación.
La presidenta de la asociación de víctimas mortales, Rosa Álvarez, cerró el acto con una intervención que caló hondo. Agradeció la constancia de quienes han estado presentes pese a la lluvia, el frío o el calor extremo como el de este sábado. «¿Cuántas mordidas hay ahora en toda la reconstrucción?», se preguntó, aludiendo al foco mediático centrado en los casos de corrupción. «No habrá mordidas suficientes para tapar la vida de todas las personas que murieron en la dana», sentenció.
Antes de que la banda interpretara la muixeranga para poner punto final al acto, Álvarez lanzó una frase que generó una ovación inmediata: «243 días después no nos vale la dimisión. Nos vale la prisión. Y cuando esté en la prisión, entonces nos plantearemos si reunirnos con él».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.