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Lola Soriano Pons
Valencia
Miércoles, 21 de mayo 2025
No hay momentos de tensión como en el salto de la verja del Rocío, pero sí mucha devoción y sentimientos a flor de piel. A ... las 6.30 horas de la mañana de este miércoles se han abierto las puertas con relieve de la Basílica de la Virgen para dar inicio al Besamanos de la Mare de Déu, un acto que comenzó en 2003 y que va ganando cada vez más fieles.
Si el año pasado fueron unas 26.000 personas las que pasaron ante la 'Mareta', este año la cifra se ha superado. Más de 28.000 lo habían hecho pasada la medianoche, y las puertas de la Basílica no se cierran hasta que no pasa el último fiel y en 2023, por ejemplo, la hora de cierre fue la 1.15 horas de la madrugada y en 2024, a la 1.20 horas.
Este año de nuevo ha sido Marisa Rosa Alfaro la primera persona en pasar ante la imagen de la Peregrina situada en el interior de la Basílica. Ya es la octava vez consecutiva que ha logrado situarse la primera, si bien lo suyo le ha costado, ya que comenzó la cola diecisiete horas y media antes de abrirse la Basílica.
Durante la espera ha estado muy acompañada, ya que siempre se junta un grupito de devotos que incluso se han hecho amigos. Marisa ha compartido los momentos de espera con Rosa y Paco Ferris, dos hermanos que siguen la tradición materna de acudir a la cita, Sol Cano, Marisa Tort y Juan Pons, portador de la Virgen en Silla.
A las 8 de la mañana ya había más de 600 personas haciendo cola para entrar en la Basílica. Y, a las 10 horas, tal como confirman la camarera de la Virgen, María Dolores Alfonso, y José Luis Albiach, presidente de la hermandad de Seguidores de la Virgen, «ya han pasado 3.000 personas, unas mil más que a la misma hora del pasado año».
A partir de las 10 los asistentes al Besamanos ya ha desplegado los paraguas para protegerse del sol o como Esperanza Monteagudo, vecina de Albalat de la Ribera, que llevaba un sombrero con forma de paraguas, y ha acudido con sus hermanas Consuelo y Amparo.
Este año Marisa tenía un motivo muy especial para estar en la cola del Besamanos. «Una de mis hijas vive en Aldaia y ha sido afectada por la dana. Ha perdido el coche y llevan desde entonces sin ascensor en la finca. A pesar de ello, vengo a rezar para que no vuelva a suceder otra dana como la que han padecido y a dar las gracias porque están vivos».
Su hija, Carmen Vionnet, detalla que «no sólo es que hemos perdido el coche, es que llevamos desde el principio sin ascensor. Acaban de operar a mi hijo y le toca subir y bajar cinco pisos con muletas y a la pata coja para poder ir a las revisiones».
No es el único caso de afectados por la dana que pasan hoy ante la Virgen. Desde Borbotó y Poble Nou han llegado las hermanas Demetria y María Alarcón, una hija y sobrina. «Hemos venido a las 4.30 horas de la madrugada y vale la pena porque se siente algo especial y hace menos calor».
Precisamente la hija, Ana Isabel Gómez, cuenta emocionada que viene a darle las gracias a la Mare de Déu después de lo vivido durante la trágica dana. «Vivo en Borbotó pero trabajo en Ribarroja y ese día estaba allí y el agua subió más de dos metros. Menos mal que un chófer, Palazón, me ayudó a subir al camión y estuvimos horas hasta que nos vieron trabajadores de otras empresas, entre ellos un chico que se llama Juan David, y vinieron a rescatarnos. Yo digo que he vuelto a nacer tras la dana y vengo a darle gracias a la Mare de Déu por habernos salvado y estar viva», relata emocionada y con lágrimas en los ojos.
Relata que ahora «Palazón es para mí como un hermano, por haberme ayudado a subir al camión. Cada vez que coincidimos en el trabajo os damos un abrazo y todos los días 29 nos felicitamos por estar vivos».
También desde la zona cero de la dana, Pepe Ribes y Flor Blanco, vecinos de Paiporta, han querido acudir a este acto tan emotivo. «En la familia perdimos tres coches y la casa. Nos hemos tenido que ir a la casa de campo de Torrent mientras nos arreglan la planta baja y mis cuatro hermanas también han perdido coches, casas o garajes. Venimos todos los años, pero esta vez es especial. Damos las gracias por estar vivos y venimos a pedir que no vuelva a ocurrir», indica Pepe Ribes.
Y un tercer caso de supervivencia es el de Inma Mandingorra, vecina de Massanassa. «El día de la dana estaba trabajando en Catarroja. Iba por la calle y vino la riada. Yo estaba embarazada de seis meses y el agua me llegó a la altura de los hombros. El agua se me llevaba y me cogí a coches y a desagües. Al final, un vecino de la zona, que es cliente, me rescató y me refugió en su casa».
Motivos no le faltan para parsar hoy por el Besamanos, ya con su hija en brazos. «Cundo vino la dana estaba embarazada de seis meses y hoy vengo a que mi hija, Triana, de tres meses y medio, vea a la Mare de Déu. Y ya se la ofrecí a la Virgen en su primera semana de vida», describe. Para este día tan especial ha acudido con su madre, Rosa María Baixauli y ha pasado por le manto una estampita y un peluche que reproduce la imagen de la Mare de Déu.
En el Besamanos de este año también se ha podido ver desde primera hora de la mañana a familias enteras pasando ante la Virgen, como la familia Bono-Grau, matrimonio con cuatro hijas de entre 9 y 15 años que han hecho cola desde las 5.30 horas. «Las niñas querían ver a la Virgen antes de empezar el colegio y ha valido la pena. Está muy bien empezar el día estando al lado de la Mare de Déu», afirman.
El Arzobispo de Valencia, Enrique Benavent, también se ha acercado para rezar ante la imagen peregrina de la Patrona y participar en el Besamanos, al igual que el rector de la Basílica de la Virgen, Melchor Seguí.
La familia García-Montoya, con dos niños que han ido acompañados de dos peluches, también han pasado ante la Virgen antes de empezar la jornada laboral. «Venimos desde Mislata y es el primer año que venimos. Además es el cumpleaños de uno de mis hijos y queríamos venir a celebrarlo aquí y ha pedir salud y protección».
También muy madrugador ha sido Rafa Ferraro, ex diputado de Les Corts y expresidente de la Federación de las Fallas de Especial, que ha aguardado su turno junto a su esposa, Mercedes Bonora. «Venimos al Besamanos todos los años. Nos encanta venir a verla. Llevamos 57 años casados y diez años antes ya veníamos juntos el día del Traslado», detallan.
El calor que ya a mitad de la mañana empezó a hacer acto de presencia en la plaza de la Virgen ha ocasionado que los servicios sanitarios de la Crur Roja hayan atendido a un total de 36 personas. En su mayoría, 28 personas, por lipotimia. Tres mujeres han sido atendidas por problemas de tensión, que han tenido que se trasladadas a centros hospitalarios. Otra mujer ha sufrido hipoglucemia y otras tres han sido atendidas por otras patologías y un hombre que ha sufrido un golpe de calor.
Dos ambulancias de Soporte Vital Básico, un equipo de cuatro socorristas y un coordinador, han estado desde las 6 de la mañana preparados para atender cualquier incidencia propia de estos actos multitudinarios, a lo que se suma las altas temperaturas que ya se están dando en la capital.
En la cola también estaba la familia Moreno, con las hermanas Manuela y Encarna Moreno, Maribel González y Consuelo Alcázar. «Venimos de Benicalap todos los años a primera hora porque hace menos calor», indica Maribel y Encarna añade que «hoy vengo a pasar la foto de mi marido, que está malito, y la de mis nietos».
Muy emotivo ha sido el paso de María Argent, con su hija de cuatro meses y medio de nombre Mia. «Venimos de Canals y ya estábamos en Valencia a las 7 de la mañana». Añade que en años anteriores «pedía poder ser madre, porque me ha costado mucho, y hoy he venido a traerle a mi hija».
También han asistido Rafael y Francisco Clerch, dos hermanos mellizos de 79 años que han esperado su turno para estar junto a la 'Mareta' para pedir que les conserve la salud.
En una ocasión tan especial como es el Besamanos, la imagen Peregrina luce un manto elegido por la camarera de la Virgen, María Dolores Alfonso, de tono azul grisáceo. Se trata de un lampazo, una seda con dibujo ornamentado de finales del siglo XVIII y principios del XIX , una seda natural con espigas obsequio del grupo de apostolado Emaús que fue confeccionado por el Gremio de Sastres y Modistas de la Comunitat Valenciana con bordado en hilo de oro antiguo y fleco y randas en oro envejecido.
Para los amantes de los detalles, cabe destacar que la imagen del Niño luce una joya que regaló un fiel, Álvaro Martínez, por el Centenario de la Coronación, con diseño y con una pintura del restaurador Pedro Arrúe que representa al Padre Jofré. Se trata de una joya que ha sido confeccionada por El Toisón de Sevilla y que incluye perlas, amatistas, corales y esmeraldas.
Además este año la imagen Peregrina también lleva para el Besamanos un collar que incluye una cruz que perteneció a la madre de Carlos Osoro, arzobispo emérito de Madrid y que regaló a la Mare de Déu cuando fue arzobispo de Valencia entre 2009 y 2014 y que en alguna ocasión ha llevado la imagen del Camarín.
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