Un policía de Alzira frustra en pijama una agresión machista en Aldaia

La vocación de servicio no entiende de turnos ni de uniformes. Así lo demostró un agente de la Policía Local de Alzira, que logró evitar una agresión machista en Aldaia mientras cenaba en la terraza de su domicilio. Vestido con pijama y fuera de servicio, actuó con rapidez tras escuchar los gritos de auxilio de una mujer.

Los hechos ocurrieron cuando el agente y su pareja oyeron los alaridos desgarradores que provenían de la calle. Al asomarse, presenciaron cómo un hombre sujetaba a una mujer por el cuello, la arrastraba del pelo e intentaba impedir que escapara mientras la insultaba.

Mientras su pareja llamaba al 112, el agente bajó a toda prisa e intervino directamente. Se identificó como policía, separó al agresor de la víctima, y realizó un cacheo superficial para asegurarse de que no portaba armas, al tiempo que procedía a su identificación. La mujer presentaba lesiones visibles en el cuello. El presunto agresor alegó un ataque de celos como detonante del episodio violento.

Pocos minutos después llegaron al lugar patrullas de la Policía Nacional desde la comisaría de Xirivella. Con el testimonio del agente y varios vecinos, el hombre fue detenido como presunto autor de un delito de violencia de género.

Al día siguiente, el juzgado de violencia sobre la mujer de Torrent celebró un juicio rápido que concluyó con una sentencia condenatoria contra el agresor.

Desde las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se subraya la importancia de la reacción ciudadana ante la violencia machista. «Bajé en pijama, sin saber lo que me iba a encontrar. Solo quería que ella estuviera a salvo», relató el agente, que encarna con su actuación el valor de no mirar hacia otro lado.

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