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Rumanía se encuentra desde finales de 2024 sumida en una crisis política que, lejos de solucionarse, se hace aún más profunda con el paso de ... los meses. La última réplica del terremoto que supuso la inesperada victoria del prorruso Calin Georgescu en las elecciones presidenciales del pasado noviembre, y la posterior anulación de esos comicios y el veto al ganador, se produjo el lunes, con la dimisión del primer ministro, el socialdemócrata Marcel Ciolacu, después de que la ultraderecha arrasara de nuevo en la repetición electoral celebrada un día antes. «Vi la votación de los rumanos, lo que significa que la coalición gubernamental no tiene legitimidad», argumentó al presentar su renuncia. Este martes, el liberal Marian-Catalin Predoiu, hasta ahora al frente de la cartera de Interior, fue designado para ocupar de forma interina el cargo.
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Su nombramiento, realizado por Ilie Bolojan, quien ejerce como presidente también en funciones, indignó al ganador de la primera vuelta de los comicios del pasado domingo, George Simion: «Es una pena que Predoiu ocupe temporalmente el puesto de primer ministro. Participó en el golpe de Estado del 6 de diciembre de 2024». El candidato euroescéptico, que barrió al resto de aspirantes en las urnas al obtener el 40,96% de los votos, se refirió así a la anulación de las anteriores elecciones presidenciales por parte del Tribunal Constitucional ante la posible injerencia rusa.
Predoiu, abogado de 56 años y con experiencia como primer ministro, un cargo que desempeñó en 2012 también temporalmente, asume las riendas de un gabinete en el que no cambian los ministros y con competencias limitadas al estar gestionado –por un máximo de 45 días– de forma interina. «Cumplirán con sus funciones», confirmó este martes sobre los miembros del Ejecutivo que hereda. El tripartito de gobierno (Partido Social Demócrata, Partido Nacional Liberal y la minoría húngara) apoyó la candidatura de Crin Antonescu en los recientes comicios a la presidencia, pero fracasó en su apuesta, que se quedó fuera de la segunda vuelta. Prevista para el 18 de mayo, Simion se medirá en esa cita al independiente y proeuropeo Nicusor Dan, alcalde de Bucarest, en quien la UE tiene las esperanzas puestas.
Una nueva victoria del aspirante ultra, que prometió este martes suavizar el impacto los aranceles de Donald Trump, su ídolo, pondría al bloque en jaque, al complicar la toma de decisiones importantes y resquebrajar la unidad sobre la ayuda a Ucrania, al estilo del primer ministro húngaro, Viktor Orbán. Expertos políticos rumanos consideran que Simion, negacionista del cambio climático y contrario al matrimonio entre personas del mismo sexo, podría beneficiarse en la segunda vuelta de la renuncia de Ciolacu –tras menos de dos años en el poder–, a apenas un par de semanas de esta cita, lo que ha alimentado «el caos político» del país «en el peor momento».
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