Dos incidentes en la cárcel de Picassent avivan la tensión por la falta de personal

Dos incidentes en la cárcel de Picassent avivaron ayer la tensión entre los funcionarios y reclusos conflictivos por la falta de personal y de equipos especializados en resolver motines. Un preso destrozó una cabina telefónica y propinó varios puñetazos a uno de los trabajadores de la prisión, y poco después otra funcionaria fue amenazada durante un tumulto en otro módulo con escasa vigilancia.

El primer suceso tuvo lugar sobre las diez de la mañana del domingo en el módulo número 19 del centro penitenciario de Picassent, que alberga a internos muy conflictivos que han protagonizado incidentes graves en prisión.

El interno Marcos T. V., que se encontraba en el patio llamando por teléfono, arrancó la cabina y la lanzó contra una funcionaria que se encontraba sentada, sin conseguir alcanzarla, aunque destrozó el aparato. Luego propinó patadas contras las ventanas, a la vez que amenazaba de muerte a los funcionarios que se encontraban de servicio.

El interno continuó con su alto grado de agresividad, por lo que los funcionarios tuvieron que intervenir para reducirlo, y entonces la emprendió a puñetazos contra las trabajadores y golpeó en la cara a uno de ellos.

La víctima sufrió traumatismos en la mandíbula y en la cabeza, y después de una primera atención médica en el centro fue trasladado por un compañero a un centro hospitalario, donde permaneció varias horas y fue sometido a numerosas pruebas. El preso que protagonizó el violento incidente tiene numerosos antecedentes de agresiones a funcionarios en varios centros penitenciarios.

Los sindicatos CSIF, 'Tu Abandono Me Puede Matar' y ACAIP-UGT denuncian una vez más la falta de funcionarios en la prisión de Picassent, piden el reconocimiento de la condición de agentes de la autoridad, así como más medios para evitar revueltas y que endurezcan las sanciones a los reclusos conflictivos. También solicitan el traslado del interno agresor a un centro que reúna condiciones de seguridad más adecuadas para este tipo de reclusos.

«La responsabilidad de estos hechos hay que atribuirla a la negligente política de clasificación de los internos en los centros penitenciarios españoles por parte de la Dirección General de Ejecución Penal y Reinserción Social que dirige Miguel Ángel Vicente Cuenca», afirma en un comunicado el sindicato ACAIP-UGT.

«Están enviando internos muy peligrosos y conflictivos a centros que no están preparados para ello», añade el sindicato, que también señala que el interno agresor «no debería haber estado nunca» en el centro penitenciario de Valencia.

El módulo número 19, donde se produjeron los hechos, no reúne las condiciones para alojar a internos peligrosos, según el Defensor del Pueblo, que recomendó incluso su cierre. Sin embargo, Instituciones Penitenciarias desoyó la advertencia. Esta nueva agresión se suma a las 29 que se produjeron durante los años 2023 y 2024 en el centro penitenciario de Picassent.

El funcionario golpeado, que deberá permanecer de baja laboral varias semanas, no estaba de servicio en el módulo donde fue agredido, ya que acudió para ayudar a sus compañeros a reducir al interno.

Según el sindicato ACAIP-UGT, «en los centros penitenciarios españoles no hay equipos especializados en resolver situaciones conflictivas», por lo que funcionarios de otros módulos acuden en ayuda y dejan sus departamentos con menor vigilancia.

En el módulo donde prestaba servicio el funcionario lesionado (el número 27 del centro de preventivos), que está ocupado por internos jóvenes, se produjo otro incidente con graves amenazas a una funcionaria.

Tras aprovecharse de que solo quedaba una trabajadora en el módulo, porque el otro funcionario había acudido como refuerzo al primer incidente, varios presos provocaron un tumulto y dos de ellos intentaron agredir a la trabajadora, por lo que fue necesario mandar refuerzos. Los dos internos cabecillas fueron aislados del resto.

«Hay masificación de internos y escasez de funcionarios, y muchos se encuentran desbordados y abandonados por Instituciones Penitenciarias», señala en un comunicado el sindicato 'Tu Abandono Me Puede Matar', que exige al Ministerio del Interior «una oferta de empleo pública extraordinaria para cubrir las más de 4.000 vacantes existentes».

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